Un viaje fascinante para sanar el cuerpo, la mente y el alma... Todo enfermo ocupa un sendero que lo lleve a la salud, un guía que lo oriente en el camino y un amigo que lo acompañe. Te doy la más cordial bienvenida a tu Blog de Auto-sanación

jueves, 27 de junio de 2019

Lectura 27 SOMOS LO QUE COMEMOS

El cuerpo y el Alama son inseparables, ambas son una misma cosa y no es posible separarlos, ésta separación la hacen los psicólogos para entenderla, los filósofos para disertarla, los religiosos para cultivar los preceptos de Dios; sin embargo, intentar separar el cuerpo del alma crea más confusión que explicaciones, ya que ambas cosas son lo mismo. El huevo, tiene yema, clara y cascarón; si se separan, dejará de ser huevo para convertirse en yema, clara o cascarón. Si le quitamos el alma a un cuerpo, dejaría de ser Pedro, Juan o Francisco; estaría muerta la persona, no sería absolutamente nadie tan solo un cadaver que fue alguien, pero ya no es.

¿En dónde está la línea que limita y separa el Alma del cuerpo?. Sabemos que cuando alguien se machuca un dedo con un martillo, no solo duele el dedo, se altera todo tu cuerpo y la mente porque no hay una línea de separación entre lo que se ve y no se ve. Es muy sencillo de entender, la próxima vez que te duela una muela, intenta ir a tu iglesia, arrodíllate, reza e intenta poner atención al sermón, verás que no es posible; ésto se debe, a que tanto materia y no materia; como mente e intelecto, alma cuerpo y espíritu están en unión y armonía absoluta para funcionar, trascender, ser mejores en tu religión y estar en comunión con Dios.

No es posible concebir "lideres espirituales obesos", la obesidad es una enfermedad, falta de voluntad y gula. Tampoco es posible concebir "gente enferma" que no le dan importancia a su cuerpo diciendo que lo importante es el alma, éstas personas intentan dominar el espíritu que no lo pueden ver, cuando lo que si pueden ver y que es el cuerpo lo descuidan. Esto es como pedirle a un árbol seco que nos de suculentos frutos, lo que sencillamente no es posible. Si se quieren suculentos frutos espirituales, es necesario aprender a cuidar el cuerpo, que en realidad es el verdadero templo de nuestro espíritu. Si está enfermo el cuerpo, está enferma el alma. Si está enferma el alma, está enfermo el cuerpo.

Las comidas que consumimos forman nuestros tejidos, órganos, piel y hasta la sangre; y la sangre nutre absolutamente todo, incluyendo el cerebro y sus neuronas, la mente, el intelecto, el sentir emocional y hasta hasta lo más profundo del alma. De manera ideal, existen alimentos que estimulan nuestro desarrollo superior, alimentos que fomentan los placeres sensoriales y alimentos que dan paso a las más bajas pasiones del ser.

Los alimentos que hacen a una persona verdadera, honesta, sabia, pura y limpia; y cuyo efecto es el despertar espiritual, el desarrollo del alma, la paz, la felicidad y la inteligencia. Son alimentos de vibración superior (lumínica), que están más cerca de la energía del sol como: las frutas, las verduras, los cereales, los granos y las semillas, el ghee, el aceite de sésamo, de oliva y coco; el yogur búlgaro, la leche materna y el piloncillo entre otros.

Los alimentos de vibración media (invitan a la acción y a la expansión) estimulantes de los placeres sensoriales son todos los picantes (chiles), las especies, alcohol en pequeñas cantidades, las bebidas fermentadas como el tejuino, el tepache, la tuba, el yogurt natural, el azúcar y edulcorantes, los huevos, lo aguacates (de alta vibración y media por contenido de grasa), y el limón.

Son alimentos muertos o de baja vibración: las frutas, las verduras y todo producto vegetal enlatado, empaquetado o industrializado; también la carne de todo tipo y en todas sus presentaciones, particularmente carnes frías y embutidos; también los alientos fritos, calentados en microondas, sobre calentados y todos los medicamentos de fórmula artificial o antinatural (alopáticos), el alcohol en grandes cantidades, el tabaco y las drogas de todo tipo.

Elegir de manera adecuada nuestros alimentos, es la primera parte para fomentar nuestra salud y el crecimiento mental, emocional y espiritual; sin embargo, aun consumiendo solo los alimentos correctos y más saludables, nos enfrentamos luego con los hábitos, las costumbres y los gustos en particular de cada quien; lo que implica que el balance nutricional se vea afectado independientemente del método alimenticio que se adopte. Nos vemos en la próxima lectura.








martes, 4 de junio de 2019

Lectura 26 LA INDIVIDUALIDAD

Partiendo de lo que somos en el plano físico (energía consolidada) o materia, pertenecemos al mundo de las "formas"; donde todas las formas se percibe separadas unas de otras, construyendo el concepto de "Individualidad". La individualidad, nos hace ser a cada uno, una entidad única e irrepetible a todos los demás. Dentro de la igualdad de raza, de género y de especie; todos somos diferentes.

Las diferencias de la individualidad, van desde cuestiones genéticas como el color de piel, de ojos, del pelo; así como la estatura, la complexión, nuestras fortalezas y nuestras debilidades entre otras. Por parte de nuestra personalidad, sucede de igual manera con nuestro carácter, el temperamento, la inteligencia y los roles sociales que son por completo cuestiones internas que determinan nuestra conducta y su pensamiento característico e individual. Por otro lado, sistemas generales como costumbres, sentimientos, rasgos, creencias, expectativas, estilos de conducta, constitución física, sistema glandular, sistema nervioso, etc., son detalles que contribuyen a formar de manera decidida nuestra individualidad.

Los factores biológicos se reúnen, por lo general, bajo el término de "temperamento". En el temperamento se distinguen aspectos estáticos y dinámicos: los primeros se refieren a la morfología (forma física), mientras que los segundos hacen alusión a la fisiología (funciones) de la forma o cuerpo. El sexo, la edad, es sistema endocrino y todos los demás sistemas orgánicos, influyen en la personalidad de cada quien."La personalidad es la organización dinámica, en el interior del individuo, de los sistemas psicofísicos que determinan su conducta y pensamiento característico".

El carácter, la inteligencia, el estatus y los roles sociales; apuntan todos de manera significativa hacia la individualidad. Todos tenemos nuestro propio carácter, nuestro propio nivel de inteligencia, nuestra propia necesidad de estatus y roles sociales que fortaleces todos la idea de que todos y cada uno, tenemos nuestras particularidades que nos distinguen de los demás.

Si las "particularidades" influyen en todos los aspectos en nuestro ser físico, ¿por qué no han de influir en la forma como la "química personal" de nuestro cuerpo responde, maneja y procesa nuestros alimentos?. Te lo dejo de tarea. Nos encontraremos en la próxima lectura.

LECTURA 36 VIVIR PARA SERVIR

"Define tu vida en términos de lo que puedes hacer por otros. Si quieres tu vida solo para ti mismo, será pequeña. Si quieres sanar, e...