LECTURA 30: SOMOS LO QUE CREEMOS

En la lectura anterior, hablé de la conexión cuerpo-mente emocional y su relación con la enfermedad; en esta ocasión, tocaré un tema íntimamente ligado con otro aspecto de la mente: "Las creencias". A nivel mental, "somos lo que creemos". Las creencias se transforman en nuestra "realidad de vida", en nuestra verdad; y dentro de los límites que nos imponen, nos obligan a dar cumplimiento a ellas.

El problema con las creencias es que la mayoría de ellas, no las elegimos de manera racional; por el contrario, nos fueron impuestas por "alguien" ajeno a nosotros con toda la buena intención; y a ese "alguien", le fueron impuestas de la misma manera. Venimos trasmitiendo de generación en generación algunas creencias que no necesariamente son verdad y que al contrario, si pueden resultar por demás dañinas para la salud.

Existen "Verdades relativas" y "Verdades absolutas"; las primeras, son las que dicen tener solo un grupo de personas: costumbristas, culturales, religiosas, educativas, sociales, etc. Las segundas, las que pertenecen en general a toda la humanidad. Son las verdades relativas, las que conllevan más riesgo de ser "Creencias limitantes", en inglés se les llaman "Brules" (de bullshit rules), no hago la traducción por respeto a mis lectores, pero puedes buscarlo en el diccionario. Lo importante es saber que éste tipo de creencias limitan nuestro desarrollo y buen funcionamiento físico, mental y espiritual del ser humano que las tiene como verdades.

El cuerpo físico, a nivel celular, está programado biológicamente. Todo lo que tu creas está gravado en tus células, si percibes amenaza u hostilidad en tu mundo y te ves obligado a estar a la defensiva de manera constante por motivo de tus creencias limitantes Veamos algunas creencias que te pueden causar sufrimiento, estrés, ansiedad o cualquier emoción negativa y en consecuencia enfermedad:

1. Tengo que ser fuerte, los hombres no lloran: !Falso¡, totalmente falso; hombres y mujeres podemos llorar, el aguantarse, significa bloquear la energía de la emoción, la que se queda atrapada en el cuerpo y tarde que tempranos aparecen las consecuencias. 
2. No es correcto enojarme, no lo debo demostrar: !Incorrecto¡, aguantarse significa demasiada ansiedad acumulada y retenidas, esta situación siempre enferma.
3. Soy el único responsable del cuidado de mi familia: Demasiado estrés acumulado.
4. Debo estar muy enferma para que me cuiden y me presten atención: Situación muy frecuente en enfermos crónicos
5. No soy digno de ser amado
6. El amor duele...
7. Es la cruz que me tocó cargar...
8. Es un castigo de Dios por mis pecados...
9. No me curo porque estoy embrujado...
10. Todos los hombres son malos...

Estos son solo algunos ejemplos de creencia que te limitan para sanar si es que estás enfermo, hay cientos o miles más; las has aprendido y aceptado de los demás por imitación, por imposición y hasta de manera voluntaria cuando te ves en algún conflicto que no puedes resolver y tratas de imitar a otros que estuvieron en la misma situación; la mayoría de ellas no son tuyas, te fueron impuestas por imágenes de autoridad en alguna etapa de tu vida; en tu infancia principalmente, por tus padres, tus abuelos, bisabuelos, tatarabuelos, tíos, hermanos mayores, o personas más grandes que tu en el seno familiar; en la etapa escolar, por tus maestros, instructores, educadores; en la iglesia, por tu pastor o sacerdote o consejero espiritual.

Liberarte de creencias que te limitan es por demás difícil, toca puntos que verdaderamente duelen; lo mejor es que tu solo lo hagas a través del autoconocimiento y lo descubras por ti mismo con tu despertar y evolución espiritual. Yo solo te proporciono las herramientas, tu decides si lo haces o no. Pero si estas enfermo por motivo de una creencia, las herramientas que en algún momento te enseñaré, te pueden conducir a la salud.

 Cabe mencionar también, que los pensamientos que abrigas en tu cabeza; sobre todo, los que son persistentes o repetitivos, se transforman en tu realidad. Seguramente ya te diste cuenta, que cuando tu estado de ánimo esta muy negativo, hasta un pájaro se hace caca en tu cabeza o un perro callejero te mea. Si constantemente te repites: "me siento mal", creme que llegara el día en que realmente estarás mal; si por el contrario, te repites constantemente: me siento sano, fuerte y feliz, también un día llegarás a sentirte así. Nos vemos en la próxima cápsula informativa.